Experiencia 3: Infancia y vejez / gestionando el conocimiento y lenguaje tecnológico en los extremos del trasegar humano – Dario Giral Riaño (Docente tecnología e informática JM Y FDS (adultos) IED Paraíso Mirador)
Estoy Convencido de que la
labor de los maestros va más allá del aula de clase, por eso junto a mis
estudiantes inicie un proceso de transformar los imaginarios sociales que
poseemos sobre las poblaciones vulnerables en ciudad bolívar, en la cual se
estigmatiza que por sus condiciones económicas y de vida, están relegadas de
los conocimiento y mundo tecnológico, para ello la escuela debe ser fuente de inspiración
para que la comunidad del barrio paraíso mirador transforme la realidad en su territorio, en el contexto
contemporáneo de la tecnología.
Era agosto del 2013 cuando
llegue al colegio, para llegar al centro educativo había que subir por un desfiladero
hasta llegar a la cumbre de una montaña. Por la ventana del bus, veía casas en
tejas de zinc y microtela, me llamo la atención que muchas de ellas tenían
antenas de Directv y claro.
Ese día, esa imagen me enseñó
más que mil palabras. Que a pesar de las condiciones económicas de los pueblos,
todos estamos conectados e interactuando con la red, cuando llegue al colegio y
observe que mis estudiantes usaban el internet simplemente para escuchar música
y jugar video juegos, a la vez que ellos
eran los que les hacían los trámites a sus papas, cuando debían realizarlos a
través de la red. Se despertó en mi la necesidad y el compromiso de utilizar la
familiaridad que tienen los niños con la tecnología, para que fuera canal de su
aprendizaje. Por otro lado mientras transcurría tiempo en el colegio empecé a
notar que muchas de las gestiones escolares se hacían a lápiz y papel, un día
hablando con la coordinadora me dijo que quería hacer un proyecto de lectura
donde se pudiera hacer seguimiento a los estudiantes sobre su proceso lector,
pero que ella no sabía cómo acopiar y analizar la información. Le dije que todo
se podía realizar con un acceso a internet y un computador.
Así fue como el computador y
el internet se volvió punto de encuentro en la comunidad educativa del paraíso
mirador, fruto de ello se inició 2 proyectos, uno pedagógico donde enseñaba
tecnología a través de la astronomía (el teodolito astronómico) y otro de una
base de datos de lectura que articuló a docentes de primaria de la jornada mañana.
En el proyecto pedagógico enseñaba
programación orientada a objetos en el programa scrash y astronomía mediante
videos << en la medida que una imagen dice más que mil palabras >>,
a niños entre los 5 a 10 años donde usaba su familiaridad con la tecnología
para que fomentara el interés en aprender de
matemáticas y física.
Los estudiantes empezaron a
motivarse por los astros, en la medida que recibimos apoyo del planetario
distrital, el cual nos capacito en lo que refiere a las observaciones del
firmamento, hasta tuvimos la posibilidad de realizar visitas a tan maravilloso centro de
conocimiento espacial, igualmente aprovechando que el colegio tiene uno de los
mejores telescopios en Bogotá, empezamos a realizar lunadas con los niños, para
realizar observaciones, en ese proceso nos ayudó mucho la profesora Dary
Milena, quien lidera el proyecto de astronomía en bachillerato de la jornada
mañana, cabe señalar en este punto que el trabajo interdisciplinar es el que
genera más réditos en el aprendizaje de los niños.
Pero no solo nos quedamos con
el conocimiento astronómico, sino que este fue el insumo para que los niños
desarrollaran su pensamiento tecnológico, el cual nos fue muy útil al momento
de programar video juegos, si me preguntan porque escogí los video juegos,
diría que en el mundo actual es el espacio de entretención de los niños y que
mejor que ellos para elaborar sus contenidos, además así enseñaba criterios de
seguridad al momento de usar la tecnología, y les inculcaba que el conocimiento
debe alterar las prácticas de uno positivamente.
El fruto más grande hasta el
momento del ejercicio pedagógico mío fue cuando llevamos nuestros videojuegos
con contenido en astronomía, a la muestra anual del planetario distrital,
igualmente cuando participamos en el programa de Microsoft de yo puedo programar
y nos certificaron en dicho evento, y finalmente cuando se lidero un lanzamiento de cohetes
en la institución, no solo porque se visibiliza una práctica pedagógica, sino
porque se le enseña al estudiante que su aprendizaje no es en vano y por cumplir
un proceso académico, sino que se también tiene un reconocimiento.
Frente al proyecto de
articulación de primaria el caballito de batalla fue el plan de lectura,
iniciamos nuestro trabajo, diseñando las pruebas de lectura, por parte de los
profes, se aplicaban en formularios de google drive, las respuestas se
analizaban en una rúbrica diseñada por la coordinadora, y para facilitar tal
análisis se montó una base de datos donde se podía observar el avance de cada
niño y grupo en la lectura; el fruto de tal trabajo, fue los insumos para
rediseñar el plan lector, e identificar las fortalezas y dificultades en la lectura de los niños de primaria en
colegio IED Paraíso Mirador.
Ahí fue cuando empecé a
reafirmar que la escuela construye un territorio cuando usa su conocimiento,
para fortalecer las prácticas de aprendizaje y de gestión desde el uso
cotidiano de la tecnología.
Este éxito resonó en todo el
colegio y todos los docentes se quisieron vincular a la transformación del
territorio escolar a través de la tecnología cotidiana de nuestro entorno, así
fue como en la jornada tarde se diseñaron unas plantillas en Excel para llevar
el registro de notas de los estudiantes y exportarlas a apoyo escolar, además
un día cualquiera se me acerco la docente Angélica Sánchez, con la cual trabajo
en la jornada fin de semana haciendo horas extra y me comento la idea de
realizar una aula virtual para los estudiantes de la jornada, dado que ellos
por ser personas mayores y en extra edad no podían asistir al colegio todos los
fines de semana y necesitan de un acompañamiento virtual, así fue como nació el tercer proyecto, generar
una aula virtual, para ello utilizamos la plataforma edmoodo, generamos el
espacio escolar virtual con mis compañeros de fin de semana, y empezamos a
capacitar a estudiantes y maestros, todo una odisea, ya que como son adultos no
están tan familiarizados con la tecnología, ese trabajo es muy bonito porque le
estamos llevamos el conocimiento a muchas personas de la localidad de ciudad
bolívar, y un conocimiento útil, porque se está involucrando a los estudiantes
en el mundo digital y tecnológico, no solo a que usen el pc como una máquina de
escribir, sino a que se conecten en la era digital, la sensación más grata es
ver los estudiantes mirando videos de YouTube sobre tecno factos y que los
elaboren cosa que me paso con la mano hidráulica que elaboramos.
Al trabajar con niños jóvenes
y adultos se te amplia el espectro pedagógico, ya que te das cuenta que la
teoría de los nativos, migrantes y extranjeros digitales es más que cierta.
Lo más importante de este
proceso de integrar las tic a los aspectos pedagógicos y administrativos de la
institución, es que la tecnología no se limitan al uso adecuado de un
computador, sino que transforma las la experiencia
de vida de la gente, mis estudiantes, quieren ser programadores, ahora utilizan
muchas palabras del argot de la programación. Los profes son felices, porque se
han acercado mucho al uso de la tecnología como medio que beneficia mucho el
tiempo y las practicas docentes, los directivos están contentos porque pueden
diseñar metodologías educativas con datos más precisos, y la gente del barrio
que está terminando sus estudios en el colegio ahora puede aprender más a
través de las clases virtuales que damos todos nuestros compañeros.
Puedo decir cuando los cambios
positivos saltan a la vista, es imposible no dejarse contagiar por este
entusiasmo, como les pasó a los docentes
del paraíso mirador, que ahora formamos un comité tic, para que el uso de la
tecnología en el colegio trasgreda todas las prácticas educativas y
administrativas y se ve favorecida toda la comunidad educativa del barrio
paraíso mirador.
Todas estas transformaciones
son la suma de una pequeña revolución, por la que a diario yo siento la satisfacción
de la labor cumplida. Estoy convencido
de que “el trabajo de un docente va más allá del aula y del estudiante, pues
debe ser también con la comunidad y el entorno que lo rodea”.
Comentarios
Publicar un comentario